Ángel de la guarda

—¿Preparado? Es hora de ir a la tierra.

—¿Solo?

—No te preocupes, tendrás a alguien que te guiará, te enseñará acerca de las cosas, te cuidará y te acompañará; será tu ángel de la guarda.

—Pero dime más.

—No hay tiempo, es tu turno.

—¿Al menos me dirás su nombre?

—Eso no tiene importancia, tú le dirás Mamá.

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