Te vas y regresas como la bruma del mar cada mañana, sin despedirte siquiera, pero me quedo con el consuelo que día tras otro estarás allí, aunque no se si notaras que te quiero, solo me queda el recuerdo cuando te cruzas en mi, y calmas mi sed de ser aquel en el que solo tu puedes engendrar la vida momentánea en un instante de eternidad.
Monday, May 07, 2007
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