La Persecución

En el corazón de la ciudad, cuando el bullicio diurno comienza a menguar, se alza un modesto apartamento olvidado por el tiempo. La luz se filtra a través de una ventana apenas entreabierta, revelando el caos ordenado de recortes amarillentos, cafés fríos, colillas de cigarros y retazos de historias impresas. Este refugio de papel y memoria se convierte en el santuario donde un periodista solitario se sumerge en la penumbra de la noche. Rodeado de su vieja máquina de escribir y un pequeño televisor que murmura noticias de un mundo que se rehúsa a ser descubierto, él traza líneas en el papel con una determinación casi obsesiva. Cada palabra se transforma en un grito silencioso contra una corrupción que, como un veneno, corroe el alma de la ciudad. En ese espacio íntimo, las paredes, marcadas por años de tinta y humo, guardan secretos en cada grieta, como si la misma conciencia se hubiese refugiado en esos pliegues para no ser olvidada. La transición hacia lo profundo no solo se si...